jueves, 10 de enero de 2013

Entrevista en TVE a Su Majestad el Rey con motivo de su 75º Aniversario


La noche del rey - Entrevista del rey Juan Carlos I con Jesús Hermida en TVE

lunes, 7 de enero de 2013

El Rey: 'Me encuentro divinamente'

Me encuentro divinamente" y "con ganas de mejorar". Escueto y con media sonrisa, el Rey Juan Carlos ha respondido así esta mañana, en la celebración de la Pascua Militar en el Palacio Real, a las preguntas de los periodistas sobre su estado de salud, tras la operación en la cadera a la que se sometió el pasado 23 de noviembre. Ha añadido, no obstante, que los médicos le han dicho "que vaya con cuidado", porque a veces va "muy deprisa".
El Rey saluda apoyado en una muleta. | Javier Lizón / Efe
Don Juan Carlos ha presidido, acompañado de la Reina y de los Príncipes de Asturias, la Pascua Militar, en la que ha reaparecido en un acto público tras la citada intervención. Ha llegado al Palacio poco antes de las 12:00 horas y se ha acercado a pie, ayudado con dos muletas, al lugar desde el que ha asistido a la interpretación del himno nacional y al lanzamiento de salvas.
A diferencia de los años anteriores, el Rey no ha pasado revista a las tropas y tras las salvas ha accedido directamente a la Saleta de Gasparini del Palacio Real por un ascensor. El tradicional besamanos se ha reducido notablemente, para que el Monarca no tuviera que permanecer de pie mucho tiempo, y la Familia Real ha escuchado sentada el discurso del ministro de DefensaPedro Morenés.

Recorrido por cuatro décadas a través de los mensajes de Navidad de S.M. el Rey

Un Rey forjado en la adversidad

Educado a las duras, Don Juan Carlos pasó su infancia y juventud alejado de su familia

Un Rey forjado en la adversidad

A los 75 años, la mayor parte de los españoles están jubilados, pero el oficio de Rey no entiende de edades y todo se hace, o se deja de hacer, por el bien del país. Mientras Don Juan Carlos tenga fuerzas y sienta que España le necesita, seguirá siendo Rey y el día que deje de serlo lo hará con la tranquilidad de saber que su hijo, el Príncipe de Asturias, está preparado para sucederle con toda normalidad. Esa es una de las ventajas de la Monarquía. No hay vacíos.